El Úbeda Viva roza el empate ante el Urgavona
CD ÚBEDA VIVA 2-3 URGAVONA
El Úbeda Viva estrenaba entrenador este domingo en un partido muy disputado por ambos equipos, en el que el Úbeda Viva mereció más. Antes del encuentro se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento de Andrés, padre de Javier, que pertenece al Alevín A del club ubetense.
A los pocos minutos del comienzo del partido, ante un tiro sin peligro del Urgavona, el portero ubetense no consiguió quedarse con el balón y acabó en el fondo de las mallas. Tras este jarro de agua fría tan temprano, el equipo no decayó y a pesar de no mostrar un juego muy vistoso, tuvieron en el último cuarto algunas ocasiones que no pudieron materializar. El rival dispuso de dos ocasiones muy claras, pero gracias al portero local, con dos grandes intervenciones, solo quedó en un susto.
A los pocos minutos de comenzar el segundo tiempo, en una jugada individual por velocidad del juvenil Álvaro Cabrera, se planta en el lateral del área y con un pase atrás el también juvenil Manu Avilés en llegada pone las tablas en el marcador.
Después, en una falta al borde del área, el portero ubetense realizó una gran intervención, ya que el balón rebotó en el palo y queda muerto en el área pequeña, para que su delantero solo tuviera que empujarla. En otro jugada por banda ente Álvaro y Gonzalo, consiguieron meter un centro al segundo palo donde Hamza muy poderoso en el juego aéreo consiguió conectar el balón con un cabezazo que tras rebotar en el larguero se introduciría dentro de la portería.
El Úbeda viva se creció y creyó en conseguir la ansiada victoria. Puso en muchos apuros al rival, pero a falta de 20 minutos el Úbeda Viva se quedaba con diez jugadores y eso le dio al rival las alas que necesitaban. El Úbeda se defendió todo lo que pudo, pero en un centro lateral y tras una volea, se puso por delante el Urgavona.
Los ubetenses tuvieron dos ocasiones más para lograr el merecido empate, una de ellas un remate que dio en el larguero y otra en los últimos segundos que pasó rozando el palo.
Finalmente, rozaron el empate con un desgaste grande y una lucha más con el corazón que con cabeza.